Esto nos lo envía nuestro brother in geekdom NERDOTE del blog Arroz con Pinga. Nuevamente, si no quieres ofenderte no leas el artículo .
Anoche me dieron ganas de de jalarme una puñeta pero no pude porque no encontré privacidad. Si hubiese estado en Plaza las Americas o algo asi, me hubiese metido en los baños de la terraza y me hubiese tirado la misión frente a algún lavamanos. Por alguna razón siempre que se me elimina el privilegio de masturbación, me veo obligado a ir a Taco Bell. Quizá será la forma de los burritos o la belleza de los empleados que le quitan a uno las ganas casi de comerse un burrito erecto supreme. Ok pues la cosa es que heché al olvido la casqueta y he optado por una perreta, porque cuando entro en chancletas por el Taco Bell, veo que justo al lado de donde los empleados sirven los refrescos “calle” (ah si porque ahora uno mismo se tiene que confeccionar sus propios refrescos si no estás en drive through, claje’ cojones), tenían un envase plástico (mira la foto so pendejo!) con el hielo, el cual estaba destinado para la máquina situada a meras pulagadas del envase (vuelve y mira jodio incrédulo!). Yo tampoco lo podía creer. ¿Como va a ser que ningún empleado le dedique seis segundos a volcar el envase en la máquina?. Yo rápido pegué a imaginarme a algúno de esos cabrones raspándose una encima del hielo para reirse silenciosamente cada vez que cofeccionaba un refresco mientras pensaba: “esto es venganza por TENER QUE HACER EL REFRESCO!!!” Mere señor vayase al CARAJO!!! Como servicio público le tomé una foto con el celular para que ustedes vieran éste desgenere. Un empleadín me vió tomando la foto y al percatarme de eso me arrepentí de haberlo hecho porque el se encontraba preparando mis dobladillas. Sí, me lo imaginé metiéndoselas por el culo y hechándoles su leche. De más está decir que me supieron medias raritas pero se que no tenían leche porque la leche sabe medio dulcesita con un toque de tamarindo y no tenían ese sabor. -Nerdote
